11 dic 2008

Subastas inversas

Desde principios del 2007 llegó a España la moda de las subastas inversas.

Reconozco que la primera vez que me hablaron de este tipo de subastas, me dejaron perplejo e inquisitivo. No podía entender como una página web (negocio) podía subastar, al peor postor, cosas nuevas, generalmente relacionadas con el ocio y la electrónica. Cómo podía ser posible que vender una PS3 nueva (que cuesta sus 500 euros más o menos) en poco más de 1 euro podría resultar rentable.

De pequeño mi padre, negociante nato, me inculcó que los negocios no se establecen para perder o cambiar dinero. Los negocios se establecen exclusivamente para ganar, de lo contrario hay que cerrar la puerta y, como se suele decir, "a otra cosa, mariposa".

Tras la primera sorpresa, una vez explicado que para poder participar en este tipo de subastas hay que comprar pujas, créditos, bonos o mandar SMS, todas mis dudas quedaron resueltas.

El sistema es sencillo:

La web subasta a la baja un artículo (por ejemplo un ordenador portátil).

Los usuarios de la web pujan, siempre apuntando hacia valores mínimos, enviando SMS o realizando pujas online con los créditos que han comprado previamente.

La finalidad del usuario en este tipo de subastas es hacerse con la puja única más baja en el momento en el que la subasta finaliza. Para ello los administradores de la web tienen preparado una especie de ranking de pujas en el que el usuario puede comprobar si sus pujas están o no repetidas y si en el momento de la consulta alguna de sus pujas es la ganadora (la puja única más baja).

Al finalizar la subasta inversa, el usuario que esté en poder de esa puja única más baja se lleva el premio y, lógicamente, donde uno gana otros, necesariamente, pierden.

La web, al tratarse de un negocio y no de una ONG, ha de ganar dinero en el desarrollo de la subasta pues de lo contrario, como ya dije antes, "echa el cierre".

Yo, personalmente, estoy registrado en todas las webs de subastas inversas (salvo en una de contenido para adultos que no me llama la atención) y he participado en todas. Unas veces he ganado, otras veces he perdido pero siempre he pasado un buen rato y el balance, al menos de momento, es positivo.

A algunos no os gustará, otros pensareis que hay trampa pero, una cosa debeis tener clara: Se puede ganar o se puede perder.

Para finalizar, si me permitís un pequeño consejo, las subastas inversas, al igual que las subastas directas, de alguna forma son una especie de juego. Antes de empezar sed conscientes de que podeis ganar una PS3 por unos céntimos o que podeis perder unos euros en un rato. Lo importante es divertirse.

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